En el último bimestre de este año, la dirección de Sanidad Municipal ha cumplido con más de una veintena de recorridos en el Sendero Intermunicipal y Bulevar La Morena para exhortar a los usuarios del andador peatonal a dar correcta disposición a las excretas caninas pues el no hacerlo implica contaminación ambiental, ya que esta materia fecal se deshidrata, pulveriza y es levantada por el aire quedando en suspensión las partículas.

 

En este sentido, se distribuye a los propietarios de perros, bolsas biodegradables que pueden ser integradas a la basura común.

 

Así mismo se ha compartido contenido del capítulo XV de los animales de compañía y espacios de uso común que indica que en su artículo 37 fracción 3; todos los  propietarios, poseedores o encargados de los animales de compañía que tengan la necesidad de usar la vía pública, parques, senderos o espacios de uso común tendrán que  recoger excretas caninas con bolsa de material biodegradable y depositarla en contenedores.

 

La dirección de Medio Ambiente de manera concurrente con la Secretaria de Seguridad Ciudadana serán responsables del cumplimiento de este artículo, ya que de lo contrario serán sancionados con  multas que van desde 403  y hasta  4 mil 030 pesos, e incluso el decomiso del animal cuando haya resistencia a acatar la norma.

 

Es importante destacar que actualmente se cumple con la socialización del tema ya que en fecha próxima iniciará la aplicación de sanciones pues las excretas requieren de una regulación urgente, pues no hay un punto del municipio  que esté libre de esta problemática.

 

Esto obedece principalmente por la falta de conciencia ecológica y sensibilización a la salud ya que las partículas de las excretas son las que se respiran causando afectaciones a la salud, especialmente infecciones y alergias.

 

También, estas partículas contaminan alimentos que son consumidos.

 

Conforme estadísticas del sector salud, en Tulancingo se tiene población de 40 mil perros y gatos. Cada animal defeca aproximadamente un promedio de 250 gramos al día es decir que se generan 10 toneladas diarias de excretas que al no ser dispuestas correctamente implican  riesgos a la salud.

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